Un día, de la noche a la mañana
Un día, de la noche a la mañana
te encuentras cayendo al vacío
como en un mal sueño
intentando agarrarte a cualquier lado
con tal de frenar esa caída de vértigo
en la oscuridad del universo
siendo todo tan incierto
que tu mente ya no piensa en nada.
Mil vidas, mil historias pasan
en esta caída en la mismísima nada
sensación de vacío en el interior
más grande que el de la caída en sí
se vacían en milésimas de segundo
todas nuestras entrañas
hasta el alma del pánico está pálida
no teniendo ni idea de lo que pasa.
Desde las sombras infinitas
una mano asoma, te agarra
abres los ojos, luz en la lejanía
suspendida en el aire, ya sin caída
intentando aplacar y calmar el miedo
llenando los pulmones de esperanza
no, ya no piensas en nada
sólo en encontrar la salida
con esa mano aliada.
Ya con más calma
con el sol en la cara
dando color a esa mirada pálida
sonríes a la vida, das gracias
reforzando la teoría
que sólo el presente vale la pena
con sus dolores, risas, carcajadas
o la simple sonrisa inesperada
sin importar de donde venga, la tuya marca.
Toni Oliver
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