¡Tranquilo, no pasa nada!
¡Tranquilo, no pasa nada!
Me decían mientras me inoculaban
lo que llaman esa vacuna rara
en el brazo que violaban.
Lo reconozco
razón tenían
pues nada pasó en todo el día
mas al llegar la noche...
Me encontré en una Siberia
congelada a menos 80º
empecé a temblar como jamás
jamás había temblado.
De los huesos ni hablo
ni uno quedaba sin que doliera
intentando encontrar calor
hallá donde lo hubiera.
Imposible tarea
en este desierto el calor no llega
parezco un pollo mojado
en ese desierto de Siberia.
El tembleque llegó hasta los sismógrafos
todos buscando el epicentro
rompiéndose los cuernos
del tembleque topaban en todos lados.
Y yo, con el pinchazo en el brazo
epicentro del desaguisado
el único que no me ha dolido
desde que todo ha empezado.
Y después de un poco de humor
lo contado sí es cierto
el lugar sólo cambia
lo demás es puro sentimiento.
Espero que esa vacuna para algo sirva
y pronto seamos libres
esa libertad mutilada
por un puto bichejo.
Toni Oliver
No hay comentarios:
Publicar un comentario