Inmóvil, en la cama
Inmóvil, en la cama
sábanas azules, paredes blancas
roto el silencio por los pasos
transeúntes por los pasillos
silencio, mi mente pensando.
De repente, sentí mis piernas
como el aire livianas
en mi cuerpo un tutú
de ballet las zapatillas.
Música, se eleva el alma
en la mano un ramo
margaritas amarillas y blancas
la gravedad... Ni la notaba.
Me sentía una estrella
sintiendo la danza
envolviéndome todo el cuerpo
en mis ojos el parpadeo.
Como las luces
se encienden, se apagan
vuelo con las notas
al ritmo de sus pausas.
Sintiéndome a veces
la reina del escenario
otras la marioneta
movida por hilos imaginarios.
Otras, quien sabe
quizás sea el malo
sí, ese malvado
por todos odiado.
Chirrían las notas
pitidos por todos lados
oscuridad, oscuridad
ajetreo por todos lados...
Toni Oliver
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