Volaba ese vestido blanco
Volaba ese vestido blanco
al son del viento
acompañando las hojas que van cayendo
en su eterno planeo.
Te vi, bella como las rosas
piel pálida tras el invierno
acariciada por los rayos
del sol que se va colando
entre las ramas del árbol
mientras vas caminando.
Mis ojos hipnotizados
mi corazón palpitando a todo trapo
mente ausente, en el limbo
la cabeza siguiendo tus pasos.
En lobo me convierto
dientes afilados
garras en los dedos
fuertes los brazos.
Entre los míos has caído
con mis labios has chocado
con nuestra furia por los suelos
ambos revolcados.
La hojarasca, nuestro colchón
las chicharras avisando del calor
callados los pájaros
no anda ni el caracol.
Empezamos nuestro vuelo
rumbo al ignoto paraíso
por muchos desconocido
simplemente, nunca han estado.
Y voló el vestido blanco
se lo llevaron los pájaros
tapando el sol
para no quemarnos
con ese fuego abrasador
que sale de nuestros labios.
Toni Oliver
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