Te seguí hasta el infierno
Te seguí hasta el infierno
desde las gélidas zonas del hielo
siguiendo tu perfume, tu rastro
como si de caza fuera perro.
Candentes las paredes
deshidratado ya mi cuerpo
por mi pasado, mi camino
ardiente como el acero fundido.
En las ardientes puertas te hallo
estatua de piedra, acero petrificado
ardientes ojos, alto brillo
tu mirada me tiene paralizado.
Arde ya mi cuerpo
de hielo vengo
en vapor me convierto
esa estatua abrazando.
Por los aires nos evaporamos
chimeneas hasta el cielo
volcán humeando
lava esparcida por los vientos.
Bajando por la ladera hacia el océano
camino de fuego
por la espada marcado
corazones de guerreros.
Toni Oliver
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