Mil dragones
Mil dragones
fuego ardiente dentro de mi vientre
unos tienen mariposas revoloteando
yo mis mil dragones no sé que festejando
alborotando desde mis entrañas
de día no duermo, de noche migrañas
al levantarme de mi boca fuego
quemándome hasta las pestañas.
El mar revoltoso andaba
por el cielo negras nubes
en el horizonte rayos
truenos a mansalva
estallando la cabeza
ante el vuelo de la abeja
hasta el de la mariposa
buscando la calma.
Fuerte la tormenta
la del cielo, la del alma
me adentre entre las aguas
se calmaron las llamas
entre gritos ahogadas
saliendo los dragones
de mis doloridas entrañas.
Me monté a sus lomos
emprendiendo el vuelo
rumbo ignoto
dejando atrás el suelo
mis miserias, mi dolor
bajo las aguas del océano.
Ahora soy aire
en un vuelo interminable
sin destino ni rumbo avalable
sólo el disfrute de cada segundo
con el roce de ese aire
sobre la desnuda piel
mente fresca, maleable
viviendo los sentires interminables...
Toni Oliver
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