El viejo Cupido y yo
El viejo Cupido y yo
sentados cara a cara
barba canosa y blanca
en las cabezas sin canas
brillan ambas calvas.
Va cupido en pañales todavía
arco en mano, flechas vacías
algo le falla, ya no atina
quizás sea la vista
o ese viejo corazón que no piensa.
De sentires mal andas
mil años ha me tienes manía
para que me enamore me lanzas flechas
y a a quien me enamoro no le mandas
me dejas el corazón herido, sin cura.
A veces lanzas esas flechas
a mi y a quien de mi se burla
a que juegas
a ver si me lo aclaras
que de nada se entera mi cabeza calva.
Y ya que estamos cara a cara
ambos ya ancianos, pero de vivir con ganas
pasa por el cardiólogo a ver si tienes cura
aprendes a sentir con el alma
para que cuando me lances tus flechas
me juntes con la persona amada.
Ya ando viejito, mira
antes de que me reencuentre con la Parca
esta vez apunta y atina
para así vivir mis días
como un anciano loco poeta
que cuando escriba tenga a quien me lea
y sienta esas palabras que salen de mi alma
coincidentes con a quien le haga mis caricias
y mis ojos hablen en el silencio de la nada.
Toni Oliver
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