Si hubiera un poco más de empatía en lugar de creerse portador de la verdad absoluta, todos seríamos más felices.
Vivimos en una sociedad de diálogos para sordos, hablamos y hablamos pero... curiosamente no escuchamos, nos importa un bledo lo que digan los demás, sólo importa lo que nosotros digamos.
Como dijo alguien de cuyo nombre no me acuerdo “diálogo de besugos”.
Toni Oliver
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