Caía la lluvia sobre el bosque
cargado de blancas flores
el suelo mojado, encharcado
tú, con ese paraguas rojo
el que compramos antaño
en un raro mercado.
Caminamos
por entre los charcos
dejando que el agua
calara nuestros cuerpos
cogidos de las manos
mirando al cielo
las flores de los cerezos.
Un rayo de sol entre las nubes
iluminando las gotas de lluvia
posadas sobre sus pétalos.
¡Deslumbrante espectáculo!
La lluvia y el rayo de sol
todo a un tiempo
en el suelo nuestro reflejo
empapados, como en un sueño.
Toni Oliver
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