El rosal
Me agaché ante el rosal
para oler su sensual perfume
el de las rosas rojas
mostrando toda su belleza
bajo el sol que las ilumina.
Respiré muy hondo
llenando de su perfume mis pulmones
impregnado todo mi cuerpo
mi mente, mi imaginación, mis deseos.
Una ligera neblina cegó mi vista
un largo y bello camino de rosales
de todos los colores imaginables
todo su perfume me embriaga.
Sigo sin prisa el camino
al fondo una rueda de luz
algo inexplicable
atravieso el aro a ninguna parte.
Un mar azul rodeado de jardines
flores por todas partes
plantas de las más bellas
brisa marina, perfume de flores salvajes.
Brilla el sol sin sol
sólo su luz sin norte ni sur
ni este ni oeste
ninguno de los cuatro puntos cardinales.
Sin día, sin noche
sin el pasar del tiempo
un bello mundo eterno
lleno de escondidas pasiones.
Detrás de cada flor
sentidas sensaciones
todas diferentes, irreconocibles
un mundo desconocido
pero bello como cada salvaje flor...
Toni Oliver
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