Olía tu perfume
Olía tu perfume
sentía tu presencia sin verte
sentía tu respirar
el latir de tu corazón
bombeando con pasión.
Sentía tus silentes pasos
yo con los ojos vendados
en esa habitación.
Antaño esas velas
de colores, ardientes
por los suelos toda la cera
su perfume en el ambiente
el calor de nuestros cuerpos presente.
El aire helado acaricia mi cuerpo
te siento, te presiento, te noto
sigues estando ahí, a mi lado
toda mi piel erizada
falta tu presencia de carne y hueso
no el viajar de mis pensamientos
notando tu presencia, pero no tu cuerpo.
Mira en la ventana
siguen las palomas como cada mañana
comiendo las migajas de ese pan
que con tanto cariño les acercabas.
Los canarios del vecino cantan al alba
despertándonos a la madrugada
música celestial que nos recordaba
esos juegos matinales de besos de alcoba
incesantes bajo las sábanas.
Unas veces el sol, otras la lluvia
tocan los cristales de la ventana
abríamos los ojos, los cerrábamos
volviendo a la pasión desenfrenada.
Toni Oliver
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