Ardieron nuestros cuerpos
al cruzarse nuestras miradas
nuestros labios, nuestros besos
de tus labios la incandescente lava
que me abrasa mis sentimientos.
Huele a rosas el humo
incombustibles corazones
ardientes pasiones
viviendo en el infierno
los placeres prohibidos en el cielo.
Música celestial
el respirar de nuestros cuerpos
el acelerado latir de nuestros corazones
esas caricias que marcan a fuego.
Enfrente la mía, tu mirada
pasión desenfrenada
pide más ardiente fuego
aunque nos fundamos en el intento.
Sólo somos ya llamas
por mucho que ardan no se gastan
ardemos y ardemos
como rosas inflamadas
al son del viajar del viento
por los incansables caminos
de los prohibidos sentimientos.
Toni Oliver
No hay comentarios:
Publicar un comentario