En la cima de la cumbre
bajo la fuerte tormenta
lluvia, nieve y rayos
los truenos me despertaban.
Solitario, meditando
me di cuenta lo sólo que estaba
en la subida todo lo había dejado
hasta los amigos pisoteados
para seguir subiendo con mis pasos.
¿Que pinto yo encima de esta cumbre,
donde ya no me queda nada,
el orgullo me ha comido la calma,
solitario en la bajada?
¿De que sirve llegar a lo más alto
si en el camino dejas lo que has amado
pisoteado, abandonado?
Se calma la tormenta
sale el sol, se aclara la mente
es hora de la vuelta
cueste lo que cueste
aunque nada sea lo que dejé
en la cima vivir no se puede.
Toni Oliver
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