Había un país
Había un país
que harto de estar harto
de ser siempre engañado
para vivir siempre como esclavo
se rebeló un día
contra sus mandatarios
esos que milenios de años
lo tenía esclavizado.
Costó sangre, mucha
pero menos que la que le chupaban
cuando de sol a sol trabajaban
llegaban a casa nada quedaba.
Un día, las mentes pensantes
esos locos andantes
que ni puñetero caso les hacían antes
decidieron hablarles.
Desde siempre unos pocos han mandado
el resto trabajando como esclavos
y ni para comer les iban dejando.
¿Vais a dejar que manden otros tantos
para volveros otra vez esclavos
de otros tiranos que parecen honrados?
¿Porque no gobernáis vosotros sin representantes
donde vuestro voto sea en mandante,
no el de vuestro mandado
que siempre os acaba engañando?
Voces raras, discusiones vanas
nada entendían esas mentes no pensantes
cuando de circo sólo vivían
y algo de pan, alguna vez aparecía
sus mentes sólo obedecían.
Murmullos sobre murmullos
no entendía que se pudieran autogobernar
milenios sirviendo al amo
como ahora entre todos van a mandar...
Difícil veían las mentes pensantes
esos locos andantes
que un pueblo esclavo
a sus amos doblegado
entendieran lo de autogobernarse
necesitaban a los voceros
que les contasen farsas y más farsas
cuentos de hadas
ideas “brillantes”
para que sus mentes
no fueran pensantes.
Necesitaban esos voceros
los del miedo, el odio
los de la discordia entre la gente.
Miles de años sin cerebro
imposible implantarles un autogobierno
no piensan sus mentes
sólo obedecen
“Lo que diga el jefe”
Toni Oliver
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