Grandes regalos
Grandes regalos
nos empeñamos en que sean costosos
grandes y voluminosos.
Ya se encarga el mundo
en hacernos creer y convencernos
de lo que nos viene faltando.
Curioso, de eso nada necesitamos
sólo son trastos para ir acumulando
acabando en un trastero o tirados.
Mentes alocadas de consumismo
cuando un beso, un abrazo, un te quiero
tiene más valor que un universo entero.
Que mejor regalo
que ese que te deja los ojos lagrimando
el cuerpo temblando
como se hace el vacío dentro
para de amor y satisfacción
irse de golpe llenando
siguiendo con un enorme
y muy sentido abrazo
esa cabeza apretada en el pecho
esa paz que visita un mundo insospechado.
Sin palabras, sólo el silencio
muda la boca.
¿Que mejor diálogo?
Toni Oliver
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