Provócame
Provócame hasta que arda
hasta que la pasión reviente
tu ahí presente y yo...
Sin poder hacer nada ni moverme.
Provócame hasta mis ardientes deseos
que mi mente hierva sin compasión
a más tiempo más desesperación
mi lívido en gran explosión.
Provócame sin descanso
obnubilando mi mente
mi cuerpo ardiente
de ese carmesí deseoso.
Deja que muera despacio
de ese placer inesperado
más sí deseado
mientras me tienes enamorado.
Provócame hasta la tumba
que en ella no me entierras
mientras deseo y ardor tenga.
Provócame hasta olvidar mis pesares
mi vida y mis andares
de deseo vivires
hasta que mis deseos sean realidades.
Toni Oliver
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