Corren los tiempos
Corren los tiempos
aumentan los pensares
se modifican los no utilizables
convirtiéndolos en usuales.
Cargamos en nuestras vidas
de inútiles momentos
destructibles para nuestros adentros
nos funden, corroen y carcomen
y no queremos soltar esos bichejos.
Envidias almacenamos
sed de venganza con otros pesares
culpas que no son tales
sólo son experiencias que mejor desterrarles.
Cosas que no son nada
sólo la importancia que les damos
por cabezones comernos les dejamos
como cáncer que en nuestro cuerpo se ha instalado.
Desterremos a Diógenes
con ese síndrome de almacenamiento
de basuras insalubres
acumuladas en nuestros cerebros.
Limpiemos los espacios
diáfanos para un buen paso
bien ordenados para su buen uso
amemos ese libre espacio
para disfrutar de nuestros lujos
esos placeres inexplicables
de la tranquilidad en que se vive
de esos que se disfruta de la calma
sin odios, rencores, ni ánimos de venganza
mucho menos de miedos
y sentimientos de culpanza.
Toni Oliver.
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