...Y llegaron los buitres
... Y llegaron los buitres con sus enormes alas, envolviendo a las gentes del valle, arrasando sus bienes y robando sus almas, condenados de por vida al miedo y falta de esperanza...
Iban las gentes cabizbajos por los prados y montañas esperando el toque de campana donde llamaban a reunión con fantasmas.
Al grito de alabanza levantaban los brazos y alababan a algo que no conocen y que ni convencidos estaban, más el miedo podía más que si no alababan.
Disolviéndose las gentes de la reunión convocada, aleccionados por los buitres alados y sus afiladas garras, cabizbajos corrían hacia sus casas con el miedo en la piel, temiendo por sus almas, pero no por sus almas temían, sino por sus vidas si se rebelaban.
Lecciones de la vida...
Toni Oliver
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