Recostada sobre el piano
Recostada sobre el piano
negro, de cola, bien lustrado
escuchando las notas
de ese viejo encorvado
mientras hondo respiras
tu canción ya ha empezado.
Vestida de largo,
pecho y espalda escotados
pelo suelto y bien peinado
esos zapatos de tacón bien afilado.
Suave y melancólica
tu voz sale de tu boca
enamorando al escuchante
a tus pies lo tienes babeante.
Mientras el pianista
a los ojos te mira
las lágrimas se le caen
mientras se concentra
en esas teclas
para tu música tocarte.
Sigue tu vos sonando
como trinos al alba
mientras la música
vuela por toda la sala.
Como besos en las mejillas
en los cuerpos se va pegando
sueñan los escuchantes
con tenerte en sus brazos.
Toni Oliver
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