Pensamientos filosóficos a cualquier hora del día o de la noche. 18/12/2014.
Hubo un día que decidí desenchufar la tele y aparcarla en un rincón como algo decorativo, digno para ir acumulando polvo, todo por aburrimiento de la programación que se daba.
Lo curioso del caso es que a partir de ese momento, poco a poco, me di cuenta de que tenía tiempo para mi, para pensar, para escribir, para la gente que quiero. Había tiempo para hablar con la gente, discutir ( en el buen sentido de la palabra), sin chillas, simplemente poniendo puntos de vista diferentes y desarrollarlos con sus pros y contras, etc.
Se puede vivir sin tele, hacer lo que quieres, ser tu mismo sin que te programen la mente...
Aún así, a veces hay influencias de esa caja malvada, un invento maravilloso convertido en un sistema de control de masas.
Toni Oliver
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