La lluvia
Cae la lluvia detrás de los cristales
golpeándolos con fuerza
esas gotas como baquetas
musicando la tarde.
Veo tu mirada
ojos brillantes
esa sonrisa de enamorada
de todo universo desconectada.
Se ilumina la estancia
con ese relámpago
que casi quema la casa.
Sigue tu mirada
con la mía emparejada
dos tortolitos embobados
los dos cara a cara.
Retruenen las paredes
al son del trueno
que al relámpago acompaña.
Ni se inmutan nuestras miradas
con los ojos fijos
los unos frente a los otros
ni el parpadeo cabe.
Golpean las gotas baquetas
como instrumentos de percusión
esos cristales de antaño
deformados por sus años.
Se juntan nuestras manos
sin palabras acompañadas
se estremecen nuestros cuerpos
con el roce de la piel enamorada.
Aumenta la fuerza de las gotas
cayendo sobre el agua
que en el suelo ya se posa
la tierra ya más no traga.
Levitan nuestros cuerpos
entrelazados por nuestros brazos
desnudos ante nuestras soledades
flotando en otros universos
los nuestros, de nuestros sentires
inexplicables lugares.
Flotan las maderas
en un río que parece mares
de la lluvia caída
lloviendo a raudales.
De forma especial brilla
ese mundo de nos emparejado
ese que hemos creado
volemos a todos lares.
Toni Oliver
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