El atardecer
Los últimos rayos del día van cayendo
iluminando el horizonte de rojo sangre
como una roja manta que el sol cubre
en esa cama más allá del mar y las montañas.
En pleno bosque el anochecer
la oscuridad cubre con su oscuro manto
para que nada se pueda ver
si brillo propio no puede tener.
El cansancio y agotamiento
de la dura jornada
de tanto caminar sin rumbo
disfrutando del andar.
Con los ojos ya cerrados
los párpados pesados como cien rocas
en otro mundo he entrado
sin saber por donde a este he llegado.
Pequeñas luces juguetean tras los árboles
saltando como notas musicales
la alegría en sus bailes se percibe
como duendes y hadas
bailando el vals ingrávidos en el espacio
sin importar la gravedad.
Ante mis ojos la hermosura
fémina y esbelta figura
traslúcidas transparencias
de coloridos velos envuelta.
Larga melena al por el aire vuela
sin viento que la sostenga
pelo rubio dorado
brillando por la luz
del entorno espontáneo.
Incrédulo mi mente despierta
es un sueño o es real su presencia
las dudas por un momento me invaden
mientras mis adentros dicen disfruta y vive
mientras dure lo que delante de ti te pide el baile.
Ambos bailando
al son de la musica que se está tocando
ingrávidos nuestros cuerpos
por los aires elevados
no hay barreras en este baile
lo que por la mente pasa
el cuerpo lo baila.
Sigue la fiesta
no se si soñando o despierto
mas lo vivido en mi queda
no importa si era un sueño
no importa si era un desvelo.
Despertar no quiero
ese mundo es el que quiero
el bosque encantado
y esa belleza a mi lado.
Toni Oliver
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