Recela de quien con traje y corbata aire te quiera vender, o algún futuro, pues el traje es la tarjeta de los estafadores, la mayoría con el voto de los ciudadanos, otros por imposición de grandes dioses inexistentes.
Pero ¡coño!, como deben estar esas parcelas de felicidad para el más allá que nos venden que, una de dos, o no les dejan volver o tan bien están que no quieren volver.
¿Será, acaso, que sienten vergüenza de haber sido estafados y no tienen huevos de volver para que no nos riamos de sus fracasos?
Filosofemos que todavía es gratis...
Toni Oliver
No hay comentarios:
Publicar un comentario