Ese amanecer,
tumbado en mi cama
colgada de los pinos,
cual hamaca fuera,
rebuscando en el fresco de la noche
para poder soportar los veraniegos calores,
café humeando en mano
aroma por el bosque olido
humeante bollería del horno recién salida
frutas de otras tierras al bosque traídas
que lindo desayuno veraniego
delicias que pocos disfrutan
más bien ni si existen saben
disfrutemos pues del paisaje
que mañana quien sabe...
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